¿Qué santos se celebran hoy domingo 8 de junio de 2025? Lista completa del santoral cristiano
En este 8 de junio, la Iglesia celebra la memoria de una serie de santos que iluminaron con su fe distintas épocas y regiones: desde la Galia merovingia hasta tiempos de intensa persecución. Entre todos ellos, destacan por su singularidad San Medardo, venerado especialmente en Francia, y Santa Calíopa mártir, cuyo testimonio de vida resuena […]

En este 8 de junio, la Iglesia celebra la memoria de una serie de santos que iluminaron con su fe distintas épocas y regiones: desde la Galia merovingia hasta tiempos de intensa persecución. Entre todos ellos, destacan por su singularidad San Medardo, venerado especialmente en Francia, y Santa Calíopa mártir, cuyo testimonio de vida resuena desde una antigüedad ya remota.

San Medardo: obispo, protector y leyenda viva

Nacido alrededor del año 456 en Salency, en la antigua región de Picardía (Francia), San Medardo fue un hombre de profunda piedad y caridad. Según la tradición, ya en su infancia un águila lo protegía de la lluvia desplegando sus alas en forma extraordinaria, cosa que se repite en las imágenes que lo representan. 

Ordenado sacerdote y más tarde obispo, Medardo se distinguió por su dedicación a la evangelización en las tierras paganas del norte francés. Tuvo un papel crucial en la conversión de la nobleza merovingia, entre ellos la reina Radegunda, a quien consagró como diaconisa después de que esta dejara la corte real para abrazar una vida religiosa. 

Desde Soissons y Noyon, Medardo promovió el bienestar de los más necesitados y se ganó la simpatía de campesinos, camareros, titiriteros y leñadores, quienes lo reconocen como patrón por su cercanía cotidiana con ellos. También se le invoca para combatir males físicos como la tuberculosis y los dolores dentales. Existe una leyenda popular, recogida por diversos cronistas, según la cual si llueve el día 8 de junio, lo hará durante 40 días. 

Su influencia trascendió fronteras y llegó hasta la península ibérica, donde se cuenta que Carlomagno trasladó sus reliquias al condado de Ribagorza, contribuyendo a su difusión. 

Santa Calíopa mártir: testimonio en fidelidad

Menos conocida, pero igualmente significativa, es Santa Calíopa (o Caliope), mártir cuya festividad también se conmemora hoy. Su figura aparece en registros antiguos como un cristiana que sufrió martirio por defender su fe en los primeros siglos del cristianismo. Aunque su biografía completa se ha perdido entre las brumas del tiempo, su nombre mantiene viva la memoria de quienes entregaron la vida por Cristo. 

La devoción a Santa Calíopa subsiste en la tradición litúrgica, donde se la menciona en los martirologios y santorales del día 8 de junio. Su historia nos recuerda la valentía de los primeros creyentes que, sin renunciar a su fe ni en circunstancias adversas, sembraron la semilla del cristianismo.

Otros santos y beatos 

La lista espiritual para este 8 de junio se amplia con otros testigos de la fe:

San Clodulfo de Metz, obispo y hermano de San Medardo, influyente consejero real del siglo VII. 

San Fortunato de Fano, obispo italiano del siglo VI, recordado por su pastoral dedicada a los cautivos. 

San Gildardo (o Godardo) de Rouen, prelado y hermano de Medardo, figura destacada en la normanda Galia. 

San Guillermo Fitzherbert, obispo inglés del siglo XII, ejemplo de humildad y justicia. 

Una serie de beatos y mártires como Jacobo Berthieu (Jesuita en Madagascar), Juan Davy (diácono mártir en Inglaterra), María del Divino Corazón Droste zu Vischering, María Teresa Chiramel Mankidiyan y Nicolás de Gesturi, entre otros. 

Reflexión sobre su ejemplo

¿Qué nos enseñan hoy Medardo y Calíopa?

De San Medardo aprendemos el compromiso pastoral, el trabajo humilde y la oración que lleva a una comunidad florente. Su vida demuestra que la santidad puede vivirse también desde roles ordinarios, con impacto espiritual y social.

De Santa Calíopa, el testimonio silencioso y valiente del mártir que se mantuvo fiel en un tiempo hostil. Aunque no conocemos los detalles de su historia, su nombre sigue siendo signo de lealtad al Evangelio.

Ambos santos, cada uno en su contexto, nos invitan a vivir con autenticidad nuestra fe.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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