León XIV, al final de la audiencia general, expresa el dolor que provocan en el corazón de la Iglesia los gritos de los pueblos de Ucrania y Oriente Medio. Advierte sobre las armas científicas que podrían conducir a atrocidades peores que las del pasado y hace un llamado a los responsables "en nombre del derecho internacional". “La guerra es siempre una derrota”, dice citando al Papa Francisco. Y evocando a Pío XII, afirma: “Nada se pierde con la paz. Todo puede perderse con la guerra”.