El próximo 29 de junio, en la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, la Iglesia universal conmemora el Óbolo de San Pedro, también conocido como la “Jornada mundial de la caridad del Papa”. Esta jornada es una ocasión especial en la que todos los fieles están invitados a rezar por el Santo Padre y a renovar su sentido de pertenencia a la Iglesia, como muestra de amor y confianza en el Sucesor de Pedro.
El Óbolo de San Pedro no solo tiene un fuerte contenido simbólico, como signo de comunión con el Papa, sino también una dimensión muy concreta: es una invitación a colaborar económicamente con la misión del Pontífice. Esta colaboración permite al Papa anunciar el Evangelio, sostener iniciativas de caridad en todo el mundo, y responder a situaciones de emergencia humanitaria.
La colecta se realiza tradicionalmente en las parroquias, movimientos y comunidades de todo el mundo, recordando que la caridad del Papa es la caridad de toda la Iglesia. Así, este día se convierte en una llamada a unir nuestras oraciones y recursos para servir a los más necesitados y apoyar la labor del Papa en favor de los pobres, los perseguidos y las víctimas de catástrofes.
En un tiempo marcado por desafíos globales —guerras, crisis migratorias, pobreza extrema— el Óbolo de San Pedro representa una oportunidad para que los católicos expresen su cercanía con el Papa y con quienes más sufren, colaborando activamente en su misión evangelizadora y pastoral.
“La caridad es el corazón del Evangelio, y el Óbolo es una forma de vivirla en comunión con el Santo Padre”, recuerdan desde la Santa Sede. Por eso, el 29 de junio es mucho más que una fecha litúrgica: es una invitación a la generosidad y a la unidad con la Iglesia universal, bajo la guía del Papa.