El Papa se reúne en la Basílica de San Pedro con los fieles de la Iglesia greco-católica, llegados a Roma desde Ucrania y otros países en peregrinación jubilar, y elogia la fe de esta tierra «fecundada por el testimonio de tantos santos» y ahora «regada con la sangre de tantos mártires». El Pontífice invita a confiar en Dios: «Él está con nosotros y la vida vencerá a la muerte». El Papa confía al Señor las “penurias y tragedias” de la población de Ucrania y, sobre todo, “sus deseos de paz".