El Santo del día es una reseña diaria de los santos guardados en la memoria de la Iglesia. Historias de maestros de vida cristiana de todas las épocas que como faros luminosos orientan nuestro camino.
Santos Protomártires de la Iglesia Romana: Los primeros testigos de Cristo en la persecución de Nerón
Justo después de la memoria de los santos Pedro y Pablo se recuerdan a los primeros mártires de la Iglesia de Roma, falsamente acusados por Nerón de haber incendiado la ciudad el 19 de julio del 64 y por lo tanto condenados a muerte después de muchas torturas. La persecución continuará hasta el año 67.
Los Santos Protomártires de la Iglesia Romana son un grupo colectivo de cristianos que fueron asesinados en Roma bajo el emperador Nerón alrededor del año 64 d.C., tras el gran incendio que devastó la ciudad. Nerón, según fuentes históricas como Tácito, culpó del desastre a los cristianos para desviar la atención de su propia responsabilidad.
Este grupo no incluye a San Pedro ni a San Pablo, cuyas fiestas se celebran el 29 de junio, sino que hace referencia a hombres, mujeres, jóvenes y ancianos, de toda condición social, que murieron víctimas del odio a la fe. Muchos fueron arrojados a las fieras, crucificados o quemados vivos para servir de antorchas humanas en los jardines imperiales.
Aunque no conocemos todos sus nombres, la Iglesia los venera como los primeros mártires del cristianismo occidental, ejemplo de fidelidad absoluta al Evangelio en medio del rechazo del mundo. Su sangre derramada fue semilla de nuevas conversiones, y su testimonio silencioso fortaleció la joven comunidad cristiana en Roma.
El Papa Clemente I, uno de los primeros sucesores de Pedro, ya se refería a ellos en una de sus cartas, reconociendo el valor incalculable de su sacrificio. En tiempos modernos, San Juan Pablo II destacó su ejemplo como inspiración para los cristianos perseguidos de cualquier época.
San Ladislao de Hungría: un rey justo, fuerte en la fe y protector de su pueblo
San Ladislao I, rey de Hungría, nació en 1040 en Polonia y murió en 1095. Fue canonizado en 1192 por el Papa Celestino III. Considerado uno de los grandes monarcas santos de la Edad Media, Ladislao combinó admirablemente el poder político con una vida profundamente cristiana.
Durante su reinado (1077-1095), pacificó el reino, promovió la justicia y protegió a los más débiles. También impulsó la cristianización del país, consolidando la obra misionera iniciada por San Esteban, primer rey cristiano de Hungría. Fundó numerosos monasterios, obispados y hospitales, y protegió a la Iglesia frente a la intromisión de poderes laicos.
San Ladislao también fue un hábil militar y participó en campañas contra los cumanos y otros pueblos invasores, pero siempre actuó con moderación y buscando la paz. La tradición lo describe como un caballero ideal, virtuoso y protector de los pobres. En tiempos convulsos, fue símbolo de unidad nacional y espiritual.
Hoy es patrono de Hungría, Transilvania y varios lugares más. Su figura sigue viva tanto en la devoción popular como en la historia europea como modelo de liderazgo cristiano.
Otros santos y beatos del día
San Alpiniano de Limoges: discípulo de San Austricliniano, evangelizó la región de Limoges (Francia) en los primeros siglos del cristianismo.
San Austricliniano de Limoges: primer obispo de Limoges, enviado por San Pedro mismo según la tradición. Fue un gran evangelizador.
San Marcial de Limoges: aunque a veces confundido con los anteriores, fue también uno de los evangelizadores de la Galia y es venerado como obispo.
Santa Lucina de Roma: noble romana del siglo I que ayudó a los mártires, especialmente a San Pedro y San Pablo. Enterró a muchos cristianos perseguidos en las catacumbas.
San Ostiano de Viviers: obispo de Viviers en Francia, defendió la ortodoxia frente a las herejías del siglo V.
San Adolfo de Osnabrück: obispo alemán del siglo XIII, fue un monje cisterciense conocido por su caridad hacia los pobres y su celo pastoral.
San Basílides de Alejandría: mártir de los primeros siglos, fue convertido por el ejemplo de una joven cristiana a la que conducía al martirio, y acabó dando él mismo su vida por Cristo.
San Bertrando: monje y luego obispo de Le Mans (Francia) en el siglo VII, reformador y pastor fiel.
Santa Erentrudis de Salzburgo: sobrina de San Ruperto, primer obispo de Salzburgo, fue abadesa del monasterio de Nonnberg y gran promotora de la vida monástica femenina.
San Vicente Do Yen: mártir vietnamita del siglo XIX, canonizado por San Juan Pablo II entre los 117 mártires de Vietnam.
Beato Jenaro María Sarnelli
San Teobaldo de Salánica
Beato Zenon Kovalyk
Beato Basilio Velyckovsky
Beato Felipe Powell