Aunque no lo muestren abiertamente, los sacerdotes también acumulan cansancio. Su ministerio los lleva a estar en constante movimiento, a responder a múltiples demandas, a una disponibilidad total que a veces termina pasando factura a su salud. Necesitan ser escuchados, comprendidos, y no deben renunciar a ese necesario tiempo de descanso. Leer todo
Aunque no lo muestren abiertamente, los sacerdotes también acumulan cansancio. Su ministerio los lleva a estar en constante movimiento, a responder a múltiples demandas, a una disponibilidad total que a veces termina pasando factura a su salud. Necesitan ser escuchados, comprendidos, y no deben renunciar a ese necesario tiempo de descanso.
Leer todo