El preceptivo plácet del Gobierno
Cuentas pendientes con la Iglesia
Biografía de Mons. Piero Pioppo
Prelado para el Instituto para las Obras de la Religión
Secretario personal del cardenal Ángelo Sodano
Imagen de la nunciatura en España
Ayer, la revista española Vida Nueva fue la primera que publicó que el aún nuncio en Indonesia será el nuevo nuncio en España.
El preceptivo plácet del Gobierno
Sólo falta que el Gobierno le conceda el preceptivo plácet, una condición que se está retrasando demasiado como forma de hacer llegar por parte del Gobierno español un mensaje de descontento a la Santa Sede.
Fuentes conocedoras del proceso aseguran que el Gobierno socialista de Pedro Sánchez se está tomando demasiado tiempo en conceder el plácet al nuevo nuncio en España. Plácet que se esperaba en la Santa Sede hace semanas y que no sería aceptable no se diera hasta comenzado el nuevo curso.
Cuentas pendientes con la Iglesia
Una manera de tensar un poco más la cuerda de un Gobierno que considera que tiene unas cuantas cuentas pendientes con una Iglesia, a la que califican como una de las oposiciones políticas de facto.
Una vez que, con la colaboración del arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, se resolvió de forma no muy satisfactoria para determinados sectores eclesiales el asunto de la Abadía Benedictina del Valle de los Caídos, quedan pendientes varios asuntos como las propuestas gubernamentales sobre la atención a las víctimas de la pederastia en ámbitos de Iglesia o una menor, pero significativa, el pago de la remuneración por su trabajo a los capellanes de las cárceles, que sigue sin la solución adecuada.
Declaraciones de Argüello
A estas cuestiones hay que añadir el no escondido malestar de los socialistas con el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Argüello, por sus declaraciones sobre la lógica de la participación democrática a través de unas elecciones generales en la actual situación política de España.
Declaraciones que posteriormente han sido manipuladas en los entornos socialistas y que se han convertido en la afirmación, nunca dicha por Argüello, de que la Iglesia está contribuyendo a dinamitar a un gobierno legítimo.
Biografía de Mons. Piero Pioppo
En este contexto llega a España monseñor Piero Pioppo después de haber pasado un tiempo inusual en una nunciatura de un país de mayoría islámica.
La biografía oficial de monseñor Pioppo señala que nació en Savona, al norte de Italia, el 29 de septiembre de 1960.
Fue ordenado sacerdote por el obispo de Acqui Terme, monseñor Livio Maritano, el 29 de junio de 1985.
Posee un doctorado en Teología Dogmática.
Entró en el servicio diplomático de la Santa Sede el 1 de julio de 1993 y ha servido en los siguientes países: Corea, Chile y en Secretaría de Estado de la Santa Sede.
Prelado para el Instituto para las Obras de la Religión
Fue nombrado Prelado para el Instituto para las Obras de la Religión, e famoso IOR, el 7 de julio de 2006 en un momento en el que se cernía una gran tormenta sobre esa institución.
Fue nombrado arzobispo Titular de Torcello y Nuncio Apostólico de Camerún y Guinea Ecuatorial el 25 de enero de 2010 por Benedicto XVI, en dónde sustituyó al recordado monseñor Eliseo Antonio Ariotti, que estuvo no poco tiempo como consejero en la nunciatura española.
Recibió la ordenación episcopal el 18 de marzo de 2010 de manos del cardenal Tarcisio Bertone, actuando como co-consagrantes monseñor Pier Giorgio Micchiardi y monseñor Nestorius Timanywa.
Fue nombrado Nuncio Apostólico para Indonesia el 8 de septiembre de 2017 y Nuncio Apostólico para la ASEAN el 19 de marzo de 2018.
Secretario personal del cardenal Ángelo Sodano
El primer dato significativo de monseñor Piero Pioppo es que, además de ser italiano, dentro de sus servicios en Secretaría de Estado fue secretario personal del cardenal Ángelo Sodano, nombrado por San Juan Pablo II Secretario de Estado del Vaticano el 30 de noviembre de 2002.
De los últimos italianos nuncios en España, por su biografía, tiene más puntos en común con monseñor Mario Tagliaferri que con monseñor Renzo Fratini.
Fuentes romanas que conocen al nuevo Nuncio en España le califican como un hombre fiel al magisterio de la Iglesia, según la tradición perenne, de formas exquisitas y con carisma para el trato personal. Nada dado a tendencias de moda.
Por lo tanto, su trayectoria eclesial pertenece a una lógica carrera eclesial y diplomática, acreditada además con la escuela de la continuidad de los pontificados de los últimos pontífices, desde San Juan Pablo II.
Según ha podido saber Religión Confidencial, una vez que el Papa Francisco decidió el cambio de Monseñor Bernardito Cleopas Auza, el nombre de monseñor Pioppo fue uno de los candidatos de la Secretaría de Estado con más posibilidades, frente a otras propuestas que nacían del entorno paralelo del anterior pontífice. Uno de los varios nombres que se barajaron, porque no era el único.
Imagen de la nunciatura en España
La singularidad de la forma de trabajo de la nunciatura en España bajo la égida de la Comisión del nombramiento de obispos había creado una mala imagen de la nunciatura en España dentro del Cuerpo Diplomático. Imagen que se ha ido deshaciendo desde la elección de León XIV con sus decisiones de la vuelta a la normalidad institucional, sin excepciones.
El cambio de pontificado ha hecho que las aguas de los nombramientos vuelvan a su cauce natural y , por tanto, esta designación responde a los criterios convencionales de mérito y escalafón, promociones dentro de la escala profesional de los nuncios apostólicos.
Delegado del Banco Vaticano
Otro dato significativo de su biografía son los casi cuatro años que estuvo como responsable delegado del llamado Banco Vaticano, lo que le hizo familiarizarse con el mundo económico y financiero.
Un dato que ahora le podrá servir en un momento en el que la Iglesia en España no pasa por sus mejores tiempos económicos, como se demuestra en el proceso de cierre de monasterios, conventos y casa religiosas, o en el caso reciente de la diócesis de Almería, salvado in extremis financieramente por una donación encubierta que está levantando no poca polvareda en determinados ámbitos, tanto por el origen del dinero como por su destino.