Una mirada original al cristianismo: la reivindicación del cuerpo de Jesús
Dios se ha hecho hombre  Cristología de Ratzinger Teología cristiana  Concilio de Nicea Encarnación y redención Lógica de la encarnación Hay muchas formas de adoración al cuerpo que conviven con las del desprecio al cuerpo. Cuando hablamos, además, de cuerpo, nos solemos referir a lo material, a lo fisiológico-biológico, sin considerar otras dimensiones connaturales de […]

Dios se ha hecho hombre 

Cristología de Ratzinger

Teología cristiana 

Concilio de Nicea

Encarnación y redención

Lógica de la encarnación

Hay muchas formas de adoración al cuerpo que conviven con las del desprecio al cuerpo. Cuando hablamos, además, de cuerpo, nos solemos referir a lo material, a lo fisiológico-biológico, sin considerar otras dimensiones connaturales de la propia realidad corporal, que nos remiten a la metafísica desde la relacionalidad.

Dios se ha hecho hombre 

Esta realidad consustancial a lo humano, el hecho de que somos cuerpo y no sólo tenemos cuerpo, interpela al cristianismo. Y lo hace en su fibra sensible, en su esencia más inmediata y definitoria, singular, que le distingue de cualquier otra religión: la encarnación, es decir, que Dios se ha hecho hombre, es decir, cuerpo. Y que el cuerpo de Jesús, según el pensamiento de Joseph Ratzinger, es sensato (pensado y pensante) y convincente (redentor).

Por lo tanto, lo que hace el profesor de Teología Agostino Molteni es sintetizar todo el corpus de la teología de Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, principalmente su cristología, y armar un ensayo sobre la reflexión que el Papa teólogo presentó sobre el significado del cuerpo de Jesús.

Cristología de Ratzinger

 Sería como sacar las últimas conclusiones a la cristología de Ratzinger desde la perspectiva del cuerpo de Jesús ante determinados fenómenos que están afectando al cristianismo y que lo pretenden deslegitimar o limitar.

Desde fenómenos históricos, como el de la pérdida del sentido, a fenómenos culturales, como el de la abstracción de la fe o las supuestas dialécticas de ideologización, o incluso fenómenos teológicos, como el predominio de determinadas construcciones a partir de los métodos histórico-críticos que vacían el acontecimiento cristológico.

No olvidemos que Nietzsche escribió que la filosofía, a lo largo de la historia, ha sido “únicamente una exégesis del cuerpo y un malentendido en relación con el cuerpo”. Malentendido que también ha tocado al cristianismo, por lo tanto, a Cristo.     

Teología cristiana 

No estamos ante un libro sólo para teólogos. Este ensayo está destinado al público interesado en la reflexión cristiana. Un libro de alta divulgación teológica que en no pocas ocasiones se convierte en un libro de espiritualidad.          

Abordar la teología cristiana desde el concepto de cuerpo implica reflexionar también sobre una adecuada antropología. En este sentido hay que recuperar lo que señala el Concilio Vaticano II, en la Gaudium et Spes, 14, como llamada de atención al cristiano: “No debe, por tanto, despreciar la vida corporal, sino que, por el contrario, debe tener por bueno y honrar a su propio cuerpo, como criatura de Dios que ha de resucitar en el último día (…) La propia dignidad humana pide, pues, que glorifique a Dios en su cuerpo”.

Concilio de Nicea

Este libro es muy oportuno en este tiempo en el que estamos recordando el Concilio de Nicea y la respuesta que los padres conciliares dieron a Arrio.

En este sentido conviene recordar lo que escribe Ratzinger en su obra “El Dios de Jesucristo”: “¿Por qué Arrio atrajo a su lado rápidamente a la opinión pública de todo el mundo educado? Por la misma razón por la que también hoy se rechaza, en la opinión pública, el concilio de Nicea (de 325, en que se proclama el acontecimiento de la encarnación). Arrio quería preservar la pureza del concepto de Dios. No quería atribuir a Dios algo tan ingenuo como la encarnación”.

Encarnación y redención

El profesor Molteni desentraña el método y la lógica con la que Cristo ha hecho acontecer su cuerpo de carne en la historia. Cada persona debe confrontarse, por tanto, con la encarnación y con la redención, y preguntarse si son realidades que se le han interpelado en toda su integridad.

Tal y como escribe Ratzinger: “El cristianismo debe su existencia al principio de “corporeidad” (carácter histórico). (…) Y debe admitir el principio del “individuo” que es una auténtico escándalo, pero también lo que hace que se nos presente como profundamente necesario y razonable”.

A lo que podemos añadir también, según el papa teólogo, que “el amor de Cristo no busca un puro espíritu aislado que solo sería un fantasma en comparación con la realidad del hombre, sino que busca al hombre total, en el cuerpo de su historicidad”.

Lógica de la encarnación

Dentro de este profundo ensayo hay dos partes diferenciadas. Los dos primeros capítulos, que vendrían a ser introductorios, de contexto del pensamiento cristológico de Ratzinger, y los dos siguiente que abordan específicamente la cuestión planteada.

Con brillantes y atractivas páginas dedicadas a la lógica de la encarnación, de entre las que destacaría las que se refieren a Nazaret y la vida pública, la compasión, muerte y resurrección de Jesús y las dedicadas al cuerpo de Cristo y los cristianos.

El cuerpo de Jesús

Agostino Molteni

Encuentro

El cuerpo de Jesús.

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