Al final de la Misa Jubilar de los Jóvenes, León XIV reza el Ángelus con el millón de jóvenes reunidos en Tor Vergata. Recuerda a María y Pascale, las dos peregrinas fallecidas en los últimos días, y dirige un pensamiento a los fieles de los lugares "ensangrentados" por la guerra. Renueva su invitación a la Jornada Mundial de la Juventud 2027 en Corea del Sur y saluda a todos los jóvenes que no pudieron estar presentes en Roma.