¿Para qué ha servido el Jubileo de los influencers católicos y misioneros digitales?
Un encuentro sin precedentes en la historia de la Iglesia Entrevista al sacerdote Álvaro Serrano Bayán Ambiente de fraternidad entre los participantes  Aclarando términos: misionero digital El influencer católico León XIV: reparar las redes La misión digital ¿Por qué la Santa Sede ha convocado por primera vez en la historia un Jubileo dedicado a los […]

Un encuentro sin precedentes en la historia de la Iglesia

Entrevista al sacerdote Álvaro Serrano Bayán

Ambiente de fraternidad entre los participantes 

Aclarando términos: misionero digital

El influencer católico

León XIV: reparar las redes

La misión digital

¿Por qué la Santa Sede ha convocado por primera vez en la historia un Jubileo dedicado a los influencers católicos y a los misioneros digitales? ¿Cómo se armoniza la personalidad de estos creadores de contenido, en ocasiones sumamente exuberantes, con la evangelización?

Se trata de una  pregunta legítima, dado que estamos hablando de figuras que hace 25 años ni siquiera existían, pero que hoy tienen una influencia innegable en la vida de millones de personas.

Un encuentro sin precedentes en la historia de la Iglesia

El encuentro, en el que el Papa León XIV tuvo un papel decisivo, al dirigir una alocución que ha servido para responder a muchas de estas preguntas, tuvo lugar en Roma, entre el 28 y 29 de junio.

El evento fue organizado por el Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, cuyo prefecto es el  laico Paolo Ruffini, con la contribución de su secretario, monseñor Lucio Adrián Ruiz, gran promotor de la evangelización digital desde los mismos orígenes de Internet.

La iniciativa, que ha formado parte del calendario del gran Jubileo del año 2025 por aprobación del Papa Francisco, surgió como conclusión natural de las dos asambleas generales del Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad.

El documento sinodal conclusivo reconocía la importancia de “la evangelización de la cultura del ambiente digital” (Documento final, n. 58) y al mismo tiempo, por decisión expresa del mismo Papa Francisco, se creó un grupo de estudio, formado por pastores y expertos de varios continentes, que deberá proponer ahora al Papa León XIV orientaciones sobre “La misión en el ambiente digital” (Documento final, n.8). 

Álvaro Serrano Bayán. Crédito: Su perfil de Instagram.

Entrevista al sacerdote Álvaro Serrano Bayán

En este contexto de reflexión eclesial, la  convocatoria de este Jubileo tan particular generaba una gran expectativa. Religión Confidencial ha querido entrevistar a don Álvaro Serrano Bayán, sacerdote de la arquidiócesis de Toledo, quien actualmente está estudiando en la Facultad de  Comunicación Institucional de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz de Roma, quien ha formado parte del equipo de organización de este Jubileo.

“Es la primera vez que en Roma se organizaba un evento de estas características”, comienza diciendo el sacerdote, quien revela que los preparativos comenzaron precisamente tras terminar el Sínodo.

“Se pensó que el evento debía concebirse para acoger a mil o mil cien personas, pues se contaba con la experiencia que se había tenido en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa 2023, que por primera vez congregó a personas que evangelizan en redes”, sigue revelando el sacerdote.

Ambiente de fraternidad entre los participantes 

“Más tarde, se quisieron apuntar muchísimas más personas. De hecho, en las retransmisiones que hemos hecho a través de Zoom, han participado unas 2.700 personas. Se ha prestado mucha importancia al encuentro personal, a que todos puedan conocerse”.

El padre Álvaro confiesa que uno de los aspectos del encuentro que más le impresionó fue el  ambiente de fraternidad entre los participantes. “Fue una oportunidad para que pudieran encontrarse personalmente. Muchos se seguían unos a otros, pero era la primera vez que muchos de ellos se encontraban: ‘yo te sigo; tú me sigues’. Había personas de  más de 56 países. Todo el mundo se hacía fotos con todo el mundo. Todo el mundo posteaba. No importaba si uno tenía mil seguidores y el otro 4 millones. Un clima de verdadera fraternidad. Nadie era más que nadie. Todos se sentaron a comer juntos. Todos a la misma altura, todos como hijos de Dios”.

Aclarando términos: misionero digital

El encuentro ha servido para ir aclarando términos de los nuevos papeles que han surgido en la Iglesia con la eclosión de las redes sociales.

Por una parte, tenemos los “misioneros digitales”, que según Álvaro Serrano, son personas que  “anuncian el mensaje de la Iglesia, que viven en comunión con el Magisterio y la Tradición, que aman al Papa y se saben parte de una historia viva que no comenzó con ellos ni termina en ellos. Son puentes, no destino. Son instrumentos, no famosos. Son servidores de una misión que los sobrepasa, pero que abrazan con alegría y fidelidad”..

En realidad, como explica el sacerdote, esta figura no constituye algo nuevo en la Iglesia. “Ya San Pablo en sus cartas dice que hay que tener cuidado. Una de las cosas que se achaca mucho a los misioneros digitales es que cada uno habla de una cosa. Personas que no tienen estudios de teología están anunciando el Evangelio y pueden cometer errores”.

“San Pablo se refiere a este fenómeno cuando dice que hay algunos que van hablando en nombre de Jesús, dicen que son profetas, pero se aprovechan de las personas, a veces incluso para sacar dinero. Osea no hay nada nuevo bajo el sol”.

“El ‘misionero digital’, al fin y al cabo, es un misionero como otro cualquiera, pero en vez de evangelizar en un territorio físico, su terreno son las redes digitales. Pero la misión es la misma, porque lleva el nombre de ‘misionero’. El apellido es lo que hace que la tierra de misión sea diferente: unos serán misioneros en África, otros en Asia, y otros a través de las redes sociales. Es el apellido, lo que nos cambia, pero la esencia es ser ‘misionero’. Por tanto, desde el siglo I, se da este fenómeno de intromisión de supuestos ‘misioneros’, que en realidad buscan ganarse a la gente con otros fines, y que la Iglesia debe discernir”.

El influencer católico

Por otro lado, también estaban invitados a este Jubileo “influencers católicos”. Se trata de creadores de contenido, como dice Álvaro Serrano, “que no se avergüenzan de su fe, pero que hacen otro tipo de contenido en Internet. Podríamos decir que se trata de personas que son católicas, que tienen muy clara su fe, pero que no hablan de Dios en sus redes sociales. En las redes, tienen su propia actividad, en ocasiones promoviendo marcas, proyectos, causas sociales... Crean un contenido de valores en consonancia con lo que dice la Iglesia, con la doctrina, con el magisterio del Papa, pero no tienen por qué anunciar a Jesucristo de manera explícita. Presentan la belleza de la vida, de la naturaleza, hacen humor o música…. Son influencers católicos, pero no son técnicamente ‘misioneros’”.

“Como sacerdote, sin duda, lo que más me impresionó del evento fue la Adoración eucarística –sigue reconociendo Serrano–. Se cerró en la noche  la basílica de San Pedro del Vaticano para los mil participantes en el Jubileo. Toda la basílica estaba apagada, con tenues luces del fondo. Impresionaron las palabras del cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid. Yo estuve confesando y puedo decir que se confesaron muchísimos participantes, en su gran mayoría jóvenes. Estuvimos más de 50 sacerdotes confesando durante dos horas. Fue increíble. La gente vivió este evento en un clima de adoración, de silencio. La oscuridad servía para  que en las confesiones se respetara la privacidad. Se me ponen los pelos de punta sólo de recordarlo, porque la confesión de todas esas personas fue realmente un regalo del Señor. Y, si la gente se confiesa, esto quiere decir que se ha dado el primer paso que te permite comprender que hemos vivido un evento auténticamente católico”.

León XIV: reparar las redes

El Papa León XIV, al saludar a los participantes en la Basílica de San Pedro, hizo un llamado a estos misioneros digitales e influencers católicos a “reparar las redes”, una analogía con aquel momento en que Jesús llamó a sus primeros apóstoles mientras reparaban sus redes de pescadores en el Mar de Galilea.

Cristo, añadió, “nos pide hoy construir otras redes: redes de relaciones, redes de amor, redes de intercambio gratuito, en las que la amistad sea auténtica y sea profunda. Redes donde se pueda reparar lo que ha sido roto, donde se pueda poner remedio a la soledad, sin importar el número de los seguidores —los followers—, sino experimentando en cada encuentro la grandeza infinita del Amor”.

La misión digital

El sacerdote Álvaro Serrano  considera que, si bien la misión digital puede asumir muchas formas, según la persona del evangelizador, con frecuencia se convierte en un “primer anuncio” del Evangelio y de la persona de Cristo.

“Pero luego este anuncio se tiene que materializar en las parroquias, en los grupos de jóvenes, en los sacramentos…”, añade, citando el caso de los miles de personas que se han bautizado en esta Pascua en Francia y que dicen haberse interesado en la fe católica siguiendo a influencers de redes sociales.

·Esto es un camino que hemos empezado, hemos puesto la primera piedra –considera el sacerdote–. Ahora debemos acompañar a todas estas personas que se han fiado, que han compartido. Esto ha sido un efecto llamada, porque son muchos los que luego se han puesto en contacto con nosotros para preguntarnos: ¿qué va a pasar ahora? ¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Cómo vamos a seguir? Va a ser un camino de acompañamiento, se seguirá trabajando en esta línea, para seguir definiendo todo esto. Estamos ahora en el minuto cero. Todo es muy nuevo”.

 

 

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